diana
NO ME MANDES UN EMAIL

No me mandes un email, que sea una carta
en impecable sobre con mi nombre,
manuscrita en tu letra, la cursiva,
con mis datos de destino,
ciudad, país, carrera y calle.

En la esquina derecha, imperativa,
una estampilla del lugar de origen,
con la cara de un rey o una leyenda,
un paisaje o un héroe de la historia.

Quiero sentir mi corazón latiendo
cuando el cartero hasta mi puerta llegue
anunciando con su pito una remesa,
y del fondo de su gran maleta,
escoja entre las muchas remisiones,
la carta que me envías desde lejos.

Luego ya mía, en un lugar tranquilo,
abriré con cuidado sus orillas
y entre las líneas de la blanca esquela,
sabré de ti como anhelar quisiera.

Una y más veces leeré de nuevo
lo que me cuentas de tu vida lejos,
cuanto me extrañas, cuanto me recuerdas,
y como quisieras regresar de nuevo.

En una gaveta con otras de antaño,
guardaré tu carta para releerla,
en otra mañana cuando la nostalgia,
vuelva de repente acosando al tiempo


Los días pasarán y en esa espera,
otras cartas vendrán mientras regresas,
muchas serán, pero esta que es la tuya,
guardaré para siempre en mis afectos.

No me mandes un email, que sea una carta.