diana
LAS ALAS DE TU ANGEL

A tus brazos de madre enternecida
envió el Señor un ángel muy amado
te encargó su custodia y su cuidado
te dio ese don a pocos concedido.

Cuidaste de él, como el Señor quería.
Durante sus trece lunas bendecidas,
fuiste también en su dolor su ángel
escondiendo el dolor que tu sentías.

Una mañana, de sol resplandecida,
ese niño de amor que tu adorabas
por designio mayor emprendió el vuelo
hacia Dios que en el cielo lo esperaba.

Pero antes de partir al viaje eterno
como acto de amor, dejó sus alas
las dobló con cuidado y en silencio
con un beso de amor las hizo tuyas.