diana
EL ESPEJO LUMINOSO


En un anticuario de la vieja Habana,
sobre una vitrina lucía un espejo.
Era pieza única en bronce, muy viejo,
memoria presente de un ayer lejano.

A pesar del tiempo y el cobre roído,
erguido en su base el espejo antiguo,
reflejaba el paso de selectas damas,
con besos de luz tocaba sus almas.

La bella pintora, quien a los espejos,
lucía en su casa, muchos por doquier,
pensando en su amiga escogió la pieza,
detalles sentidos que da la amistad.

Hoy el viejo espejo no muestra los rostros,
de negras mulatas ni damas altivas.
Cruzando los mares llegó a la montaña,
son otras las caras que su luz cautiva.

Me miro en su luna y el espejo ansioso,
habla de antaño, del tiempo primero,
de manos de orfebre bruñendo el encaje,
que marca el objeto con gracia y con arte.

Debajo del bronce que cubre la base,
se muestra una firma y un sello de clase.
Fue única pieza, quizás un encargo
y el artífice deja en ella su huella.

Las caras que veo en el tiempo idas,
hablan de mujeres de belleza extrema.
Las niñas naciendo a las vanidades,
las ancianas madres muriendo en edades.

Oigo los repiques de viejas campanas
que anuncian al pueblo la revolución.
Ya no existen lujos, se fueron las glorias,
de opulentos tiempos, es otro el clamor.

Entonces el viejo espejo que un día,
luciera orgulloso en el tocador,
queda así escondido en una gaveta,
oculta su imagen, se apaga su luz.

Talvez en amago día de premura,
la dueña lo saca del viejo cajón,
mirando el reflejo de su triste rostro,
se dispone a darlo al mejor postor.

En el anticuario muy seguramente,
manos indecisas lo vieron brillar,
pero fue mi amiga de hoy y de siempre,
quien en el destino lo debía comprar.

Como gran tesoro guardo este regalo
que en tiempo futuro me ha de acompañar.
Será el testimonio de amistad sincera,
por siempre en recuerdo lo he de conservar.
1 Response
  1. angela Says:

    preciosisimo, que belleza ver el uso exquisito de la riqueza de nuestra lengua