Querida Sobrina "Del Tigo al Migo y de Ayer a Hoy"
Con motivo de la Navidad y el Año Nuevo publiqué en el blog dos de las cartas referentes a estas fechas contenidas en mi libro. Ante el pedido de algunos amigos y en atención de los seguidores de mi blog, especialmente los que residen en otros paises, he decidido compartir con ustedes las demás cartas .Inicio con la introducción al libro que contiene el propósito que me llevó a registrar estas vivenvias ,unas personales y otras observadas en aquellos tiempos...
Con motivo de la Navidad y el Año Nuevo publiqué en el blog dos de las cartas referentes a estas fechas contenidas en mi libro. Ante el pedido de algunos amigos y en atención de los seguidores de mi blog, especialmente los que residen en otros paises, he decidido compartir con ustedes las demás cartas .Inicio con la introducción al libro que contiene el propósito que me llevó a registrar estas vivenvias ,unas personales y otras observadas en aquellos tiempos...
PRESENTACIÓN
En una pausa de reflexión sobre la vida transcurrida,
suelen devolverse en el tiempo como en una película, todos aquellos
acontecimientos que vivimos, lugares andados y visitados, personas conocidas,
amadas, otras no gratas; costumbres y valores recibidos de los mayores.
Partiendo del amor y cuidado de la casa paterna y materna, del barrio habitado
y del reconocimiento y vivencias en otros lugares de la ciudad, van surgiendo
los recuerdos , y en esa reminiscencia consentida cobran de nuevo vida los
personajes y hechos que marcaron nuestro pasado.
Querer contar a los hijos, sobrinos y nietos esas
experiencias, puede ser misión
difícil dado el léxico que hemos
manejado y que sin darnos cuenta seguimos utilizando. De igual manera algunas
actitudes y acciones ya pasadas de moda o improcedentes, son difíciles de
entender por parte de los jóvenes.
“Querida sobrina, Del tigo a migo y de ayer a hoy” se
inspiró en esta interlocución generacional, pero ante todo en un momento de
expresión familiar que surgió una tarde en la sobremesa de un espumeante y trancado chocolate
santafereño. Es entonces cuando el
preguntar y el contestar sobre tiempos idos se convierte en un juego imaginario
donde la sobrina por pedidos de la tía va y viene en el tiempo y se introduce
como protagonista cercana en los
acontecimientos familiares y sociales.
En este ir y venir por el tiempo pasado que cubre un
período de treinta años, desde 1950, se van involucrando otras personas
cercanas, familiares y amigos quienes van nutriendo este viaje con su memoria y
afecto, observaciones y pedidos. También los mayores ya idos, vienen una y otra
vez en la memoria para afianzar o
precisar los detalles. Pero sería ingrato no reconocer también al cuaderno de
apuntes que a través de los años ha ido
recibiendo las notas e inspiraciones que surgen de la vida diaria y que está
ahí siempre abierto y dispuesto a que la pluma llene sus hojas.
Y como siguen surgiendo tantos y tantos recuerdos, es
preciso parar. De lo contrario, sería un relato interminable. Sin embargo
quedan abiertas las hojas siguientes de este libro para quienes igualmente
quieran dejar escritas sus querencias y recuerdos cotidianos .Así, nuestra memoria personal y la de la ciudad, estará siempre
presente y disponible para las nuevas generaciones.
MÁS CLARO NO
CANTA UN GALLO -Carta uno
Querida Sobrina:
Espero que al recibo de la presente te encuentres en
perfecto estado de salud y no estés constipada ni maluca.
Como no puedo hacerlo personalmente, te voy a pedir un
favor y consiste en que vayas a mi casa y me traigas lo anotado en las siguientes instrucciones:
En mi alcoba hay un chifonier. Abres la gaveta y sacas lo siguiente:
Mi enagua de encaje de bolillo, la pollera que usé en mis
quince años con el vestido de organza, la combinación de seda, el deshabillé de
blonda, la faja de caucho, las chancletas de raso, la levantadora de dulce abrigo, los zapatos cocacolos, la pañoletica
plisada para el cuello y mis sutianes de encaje. Del primer entrepaño saca la
bata estilo princesa, el vestido globo, los pescadores, los guantes de cabritilla,
el sombrero alón y la estola de piel. También la chalina para ir a la iglesia.
No olvides mis zapatos de tacón puntilla, tampoco los de tacón princesa.
En el tocador encuentras la jabonera de peltre
con el jabón Reuter y el de tierra, mi colorete y la polvera con su pomo. También los rulos, los
bigudíes, el papel para hacer los marrones, la balaca y el espejo medialuna. En
uno de los cajones está mi cigarrillera con los cigarrillos Pielroja y la pitillera en carey que perteneció a mi
mamá.
Del joyerito sacas mi broche de filigrana, el prendedor
de mi abuela, mi pandantif de zafiros, mis zarcillos de plata y el camafeo de
oro en forma de corazón con las fotos de mis hijos en cada tapa y un mechón de
pelo. No olvides cerrarlo. De lo contrario, la bailarina del cofre seguirá
bailando el vals.
En la caja de sándalo encontrarás los pafolios de mi
bautizo con dije de plata, el diploma de
tu tío elaborado en papel pergamino con letra caligrafiada, la tarjeta de identidad de
tu abuela en forma de libreta escrita en francés y español, los registros de
primera comunión con impresos de Murillo, el devocionario de mi primera
comunión con pasta en nácar, la cinta del cirio de la primera comunión de otro
de tus tíos y el escapulario de la
Virgen del Carmen en paño café. Una veladora en recuerdo de
los altares caseros, la Cruz
de Mayo con el papelito secreto de las peticiones y el Ramo Pascual. Descuelga de la pared el almanaque Pielroja y
tráelo.
Debajo de la cama busca la mica o bacinilla. Cuida de
dejar bien puesto en la cama el edredón y al salir de la alcoba ajusta el picaporte y
la aldaba.
Espero querida sobrina, que las instrucciones hayan sido
claras. Creo que más claro no canta un
gallo. Si tienes dudas o quieres aclarar algo, no dudes en consultar mi cuaderno
de notas que encontrarás en la mesa de noche.
Besos, tu tía