Los médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud son las manos de Dios extendidas para conservar la cinta que une la vida. Dios los siga bendiciendo y haga que lleguen con amor y ciencia a todos los que los requieran
NOSTALGIA NOCTURNA
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*En las horas sin fe y sin esperanza*
*y en los momentos de acallar el alma,*
*se confunden jazmines y cometas.*
*Embriaguez en mi cielo y mi refugio*
*vu...