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NOSTALGIAS DE CHAPINERO

La historia de Chapinero, mi barrio de juventud, situado en Bogotá, Colombia,no podría ser completa sin mencionar a las salas de cine que fueron en su momento la mayor distracción para chicos y grandes. Los niños no podíamos perdernos los matinales del Aladino con las esperadas rifas al finalizar la función. Los adultos, las películas proyectadas en los teatros de Caldas, Escorial, San Carlos, San Luis o Nuria. Tampoco el deleite de asistir al Teatro parroquial, Divino Salvador, donde todos los asistentes éramos conocidos y podíamos gozar de absoluta tranquilidad.
Irrumpiendo indiscretamente en los diarios de mi madre de los años 1952y 53 he vuelto a vivir con ella los apasionantes momentos de asistencia al cine. "Vamos a cine doble" me decía, y efectivamente ahí estaban a pocas cuadras de nuestra casa los teatros para escoger la mejor opción.
Es así como en 1952, mi madre, el domingo 3 de febrero, asistió a vespertina al cine Imperio para ver "La Corona Negra y el Corsario Chino", el domingo 26 de octubre, en el Caldas,"Con las manos vacías y Casta Andaluza".
Del año siguiente entresaco las siguientes proyecciones:
Enero 18 de 1953, Teatro Nuria, " Gota de Sangre y Mi Mujer no es Mía". Caldas, agosto 16 domingo, Puerto de Tentación y La Mujer de Todos"
Son muchos otros los registros de proyecciones durante estos años, que hablan en esos diarios de la importancia que para los habitantes de Chapinero tenían estas salas de cine. Son la memoria no escrita de las vivencias de los chapinerunos y de sus sitios favoritos para tener una sana distracción.

Hoy, recuerdo con nostalgia esos años de niñez y juventud cuando podíamos disfrutar de las delicias de Chapinero, un barrio que hoy, a pesar de haber cambiado sustancialmente, guarda oculta en cada calle y sitio, la memoria de muchos bogotanos.
¡Vamos a cine doble! en la memoria del tiempo ido y el afecto guardado en el corazón.