En el suave silencio de la noche,

un ángel, el enviado del Divino,

acunó amoroso en tu regazo

el beso portador de nueva vida.

Tras el paso de nueve lunas blancas,

tu cuerpo como rosa florecida,

se abrirá poco a poco mientras cuidas,

el milagro de una nueva vida

Nueve lunas serán en tu camino,

nueve lunas de creciente brillo,

radiantes compañeras de tu espera,

las protectoras de esta vez primera.

A esa corte de lunas florecidas,

se han unido en prodigio las estrellas,

para entregar cual hadas del destino,

los poderes de su luz mas bella.

Y tu, la madre nueva

estrenando un amor no conocido,

estarás a la espera en el camino,

para acunar en tu regazo el beso.

Ese beso del ángel mensajero,

Bendito ahora y para siempre sea.

Este poema lo escribí para mi hija y las madres que esperan su primer bebe